Las grandes crecidas de los ríos por el deshielo deslucen la primera jornada de pesca en León.
Además, las capturas de truchas se dieron en un número muy reducido, con pocos pescadores.

Ni siquiera el magnífico día de primavera, con el sol luciendo esplendoroso y la floración reventando en las riberas han conseguido atraer a las márgenes de los ríos a la mayoría de pescadores que aún conservan la afición y la licencia. ¡Qué lejos aquellos días cuando la jornada de apertura se convertía en una fiesta y los ríos un torbellino de aficionados ávidos de disfrutar de un reencuentro tras el largo periodo de veda! La apertura de la temporada truchera en León ha conseguido congregar a unos pocos miles de aficionados que han disfrutado de un día esplendoroso pero con una gran ausencia: las truchas. El calor de esta primavera anticipada unido a la abundante nieve que todavía cubre las cumbres mantiene unos caudales altos y unas aguas frías por el deshielo. Hay ríos, sin embargo, que discurren perfectamente pescables. En este grupo pueden incluirse el Eria y el Duerna, donde se han producido eclosiones tardías y donde las truchas, aunque con predominio de las pequeñas, se han movido a partir de las dos y media. Pescable también, aunque alto, bajaba el Orbigo, donde se ha concentrado la mayor parte de pescadores. En algunos acotados, como Sardonedo, la cucharilla ha conseguido arrancar algún ejemplar de talla respetable, pero sin grandes alardes. Bien el Cea con afluencia moderada y caudal perfecto para la pesca y bien los ríos bercianos que, aunque altos, dieron eclosiones tardías que permitieron disfrutar a los aficionados de mosca. El Esla impescable. Con el pantano prácticamente lleno se están desembalsando 55 m3/seg. Con lo que aproximarse a la orilla resulta casi imposible. Alto también el Porma, aunque a base de insistencia algún aficionado ha podido arrancar alguna «pintona». Y qué decir de los ríos de montaña: Bernesga, Torío y Curueño, con las aguas verdosas por el deshielo, no presentan las condiciones mas adecuadas. Algo mejor el Omaña, y bastante mejor los embalses, casi repletos, y con alguna captura notable, pero no es este tipo de pesca la que mas atrae al aficionado.

Lo que sin duda ha sido un acierto es el nuevo sistema de elección de ARECS. Hasta hace pocas fechas todavía quedaban pases disponibles. Desgraciadamente algunos aficionados con pase sacado han decidido perderlo ante la mala perspectiva que presentaban los ríos.

De cara al futuro cabe suponer que la situación mejorará en la medida que la nieve vaya abandonando las montañas y los caudales se acerquen a la normalidad. Abril nunca fue un buen mes para la pesca a mosca, especialidad que practican la mayoría de aficionados que han quedado tras la aprobación de la Ley de Pesca. Sin truchas comiendo en superficie siempre cabe el recurso de la pesca con ninfa, pero hasta que las aguas tomen temperatura las «pintonas» se moverán poco y durante momentos contados. Y una última consideración que espero sirva para reflexionar: Pese a que la temporada ha abierto en León muchos aficionados han preferido desplazarse a Asturias y Galicia, y así lo seguirán haciendo a lo largo de la campaña. La Nueva Ley de Pesca no solo no ha conseguido atraer pescadores foráneos sino que ha desplazado a los nuestros. Ver para creer.